Las Islas Aran están situadas en el oeste de Irlanda. Son tres: Inis Mór, Inis Meáin e Inis Oírr. En 2016 fue la primera vez que visité estas islas y lo hice a la más grande, Inis Mór, realizando el viaje en ferry desde Galway, algo que recuerdo como una experiencia inolvidable además de que pasé noche, recomendable 100%. Esta vez fue diferente. El viaje lo hice en ferry desde Doolin y visité la isla más pequeña, Inis Oírr. Estaba hospedada en Galway por lo que cogí un autobús que me llevó a Doolin y una vez allí fui andando hasta el puerto donde me monté en el ferry. Llevaba el billete comprado con antelación, pues a pesar de que era junio no me atrevía a llegar sin nada reservado. De hecho el ferry iba hasta la bandera.
La empresa en la que reservé el billete del ferry es THE DOOLIN FERRY CO y una vez que llegas al puerto de Doolin enseguida se ve la caseta donde puedes informarte o simplemente mostrarles el ticket y te dirigen hacia donde está esperando el transporte, pues hay varios ferrys y así de primeras pues no sabes cual es el tuyo.
El viaje fue tranquilo, te puedes levantar a hacer fotografías, a disfrutar del paisaje, o si te mareas pues más vale que te quedes en tu sitio porque sino… Yo reservé a las 11h pues mi bus desde Galway me dejaba sobre las 10 y así me daba tiempo de llegar al puerto de Doolin sin prisas. Y la vuelta a las 16:45, si no recuerdo mal era la última hora que puedes reservar a no ser que te quieras quedar a dormir. A mi me hubiera hecho mucha ilusión pasar noche en la isla, pero desgraciadamente estaba todo ocupado.
Inis Oírr es la isla más pequeñita del conjunto de las islas Aran y se caracteriza por un encanto especial. Cerca de Burren lo que le da ese carácter natural inusual de esa zona, y los acantilados de Moher observando la isla desde lo lejos en todo su esplendor. Es alucinante, es un lugar para descubrir, para pasear, para sentir la isla con su paisaje variopinto desplegarse ante ti.
Opté por ir caminando, pero desde el minuto uno que pisas la isla te van ofreciendo que si paseo en carro, en tractor (si, aluciné), bicicleta, y si no, pues andando a tu marcha. Igual que cuando visité la isla más grande, se nota un estilo de vida típico irlandés y un lugar donde el gaélico, irish o irlandés, toma posesión entre sus lugareños.
Lo primero que hice al llegar fue tomarme un café, sentarme a disfrutar de ese momento en un lugar increíble. O quizás necesitaba asimilar que estaba allí, porque creerme, es algo que hasta que no estás allí no lo sientes.
Y ya me dispuse a caminar. El paisaje es alucinante, muy característico de la zona del Burren, con esos muros con piedras apiladas dejando huecos para que corra el aire, realizados como formando diferentes parcelas. Se podían ver vacas, ovejas por el camino, pero también podías sentir el silencio de estar caminando sola, hasta que de repente venía un carro de caballos con unos turistas y volvías al mundo real jajaja.
Visité el castillo de O´Brien en la parte superior Inis Oírr, una construcción en piedra que parece que desde allí arriba vigile a toda la isla y a la gente que la visita. Está en ruinas, pero mantiene un encanto especial. A mi me gusta mucho visitar este tipo de construcciones en Irlanda, castillos, abadías, iglesias, que a pesar de no mantenerse completos desprenden una magia que les hace distinguirse por encima de otras construcciones. La entrada es libre y merece mucho la pena.
Bajé del castillo y continué mi ruta caminando. Había visto en un folleto que recogí en una oficina de información, que en un momento dado me iba a encontrar con un barco, pero vaya, no me imaginaba que ese barco fuera algo tan increíble que aún estoy alucinando. Creo que estuve igual más de una hora en ese lugar. Qué espectáculo!!!. Os cuento un poco la historia para poneros en situación. Fue en el mes de marzo del año 1960 cuando este barco que navegaba por la Bahía de Galway se vio sorprendido por una fuerte tormenta. Fue a encayar en la Roca Finnis de esta isla, y por fortuna nadie resultó herido y el barco se abandonó en este lugar. Así, se ha convertido el Naufragio del MC Plassey en una de las visitas obligadas en esta isla.
No di la vuelta completa a la isla pues me iba a llevar mucho tiempo y quería parar a comer algo antes de coger el ferry de vuelta. Encontré, ya en la zona más cercana al puerto que es donde están todos los B&B, un restaurante que me dijeron que habían cerrado la cocina. Yo de verdad que todavía después de tantos años en Irlanda, no entiendo muy bien los horarios de las comidas jajajaja. Así que encontré otro que me dijeron que si, of course, que servían lo que quisiera. Pues ahí que me senté.
Tengo que decir que el día no pudo ser mejor. Soleado y fantástico. Me tocó por suerte jejeje. Había gente hasta bañándose en la playa, y como otros muchos que había por allí, me pedí un helado que lo disfruté sentada en la arena. He de decir que para darse un baño no hacía día….. pero aquí es ver un rayo de sol y al agua.
Tenía muchas ganas de visitar esta isla, pues lo había programado para el 2020 pero por la pandemia lo tuve que anular. Son unas islas que recomiendo visitar y si podéis pasar noche pues hace que la experiencia sea todavía mejor. Me falta visitar la isla mediana que seguro que en mis próximos viajes a Irlanda la conoceré para así completar el conjunto tan maravilloso de las Islas Aran.
See you!